
Sería Andrés Manuel López Obrador (AMLO), y algunos otros periodista, sin grilletes ni tapujos, mediante los que nos enteraríamos del enorme problema financiero que empresarios millonarios, funcionarios de gobierno, banqueros y especuladores, con la complacencia del presidente de la República, Ernesto Zedillo Ponce de León (1998), y la aprobación de diputados priistas y panistas, que nos habían endilgado a los mexicanos, una deuda privada, al convertirla en deuda pública, a la que dieron en llamar: La Ley de Protección al Ahorro, misma que naciera en el sexenio de Carlos Salinas de Gortarti (1990), con el nombre de Fondo Bancario de Protección al Ahorro (FOBAPROA).
El libro publicado por AMLO en 1999, “Fobaproa: Expediente abierto”, no dejaba lugar a dudas, sobre el enorme quebranto financiero provocado; en ese texto daba a conocer cómo es que se fraguo todo ese robo que hicieron de las finanzas públicas, que a la fecha los mexicanos seguimos pagando.
No entendíamos los ciudadanos a cabalidad de que se trataba esa, Ley de Protección al Ahorro, algunos ilusos pensaban que los diputados, muy preocupados por sus “representados”, estaba velando por su bienestar y seguridad económica, cuando en realidad estaban favoreciendo a un sector, cuyas fortunas hasta para los mismos diputados eran desconocidas, pues si por algo es reconocido México, es por su corrupción y el cúmulo de secretos; hoy se le agrega el de la inseguridad.
Entre los mayormente “rescatados” de un quebranto financiero, se encontraban los miembros de: Coparmex; Concamín; Concanaco; Consejo Mexicano de Hombres de Negocio; Asociación de Banqueros de México, liderados por, Eduardo Bours, presidente del Consejo Coordinador Empresarial. AMLO daría a conocer la lista de cada uno de los beneficiados con cantidades millonarias y decía muy acertadamente: “El propósito era hacer llegar la información, pues suele pasar que cuando se toman estas decisiones, la gente no se entera y nada más paga los platos rotos”, y… los estamos pagando.
Ha declarado el presidente que: “fue un saqueo el llamado rescate bancario que costó 1 billón de pesos; han transcurrido 20 años y cada año se destinan 30,000 a 40,000 millones para pagar intereses y la deuda sigue igual (la deuda original era de 552 millones de pesos)”.
Como este saqueo, son muchos más de los que no nos enteramos, porque lo que prevalece en México son precisamente los secretos: La partida secreta del presidente de la República, dónde disponía de miles de millones a su antojo, gusto y conveniencia; el secreto bancario, para ocultar las fortunas de los políticos delincuentes de cuello blanco; el secreto financiero, para que no nos enteraramos quienes son los evasores del pago de impuestos, que ascienden a miles de millones de pesos ; el secreto del Fondo Nacional de Infraestructura (FONANDIN), para que no sepamos como es que se manejan los recursos obtenidos en las casetas de cobro en las carreteras ni quienes son los concesionarios y favorecidos con esas cantidades millonarias que se recaudan, violando flagrantemente nuestra Constitución.
Las investigaciones de verdaderos profesionistas del periodismo, han venido dando a conocer a la ciudadanía, todo tipo de corruptelas que se suscitan desde las corporaciones policiacas, hasta las más altas esferas políticas y empresariales, iniciando con la tan importante investigación en la que se descubrió, la forma en que el ex presidente, Enrique Peña Nieto y su ex esposa, Angélica Rivera, se hicieron de la mansión, conocida como, “la casa blanca”; igualmente la residencia de, Luis Videgaray y la de Miguel Ángel Osorio Chong.
Las listas de los miles de evasores fiscales y la de los, al parecer dueños absolutos de nuestras carreteras y demás recursos con que contamos, han quedado al descubierto y, no extraña encontrarse en ellas, a los mismos políticos y empresarios corruptos, que por décadas han venido sangrando económicamente al país, mismos que al ser descubiertos corren a “ampararse”, para seguir usufructuando todo lo que a los mexicanos nos corresponde por derecho, y lo que es peor, se los otorgan.
En éste nuevo cambio de régimen, de sistema político tan reiterado, falta que sin contemplaciones se aplique rigurosamente la justicia, pues han sido verdaderos traidores a la patria; no es posible que se hable de manera tan subjetiva de que: “hicieron daño a la nación, y de aquí en adelante no se permitirá más la corrupción, “Almargen de la ley, nada, por encima de la ley nadie”, ha dicho AMLO, para luego hablarnos de que: “hay delitos que prescriben”.
¡No señor presidente!, los mexicanos esperamos ansiosos que, sin subterfugios ni eufemismos de lo que es la paz, se aplique justicia y se les requise, confisque o se recoja lo que, ellos sí, violando todas las leyes nos robaron.
bnpb146@hotmail.com