
El problema más importante de la humanidad es el ensimismamiento producto de miles de años de propiedad privada de los medios de producción. Cada quien sólo viendo sus intereses abusando de otros. El capitalismo se caracteriza como “sociedad del conocimiento” o “sociedad tecnológica” poniendo en segundo plano los vínculos afectivos, la sensibilidad emocional hacia el prójimo. Para revertir esa tendencia destructiva es necesario poner énfasis en este aspecto descuidado por la “sociedad moderna”, el afecto. La “sociedad del afecto” es aquella en la que –como dicen los mayas al saludarse- “tú soy yo” o “tú eres mi otro yo” sea el sentido cotidiano de todos.