
Ningún mexicano ignora que, el llamado “Glorioso” Ejército Mexicano ‑que de glorioso no tiene nada‑, ha ocultado de siempre un cúmulo de información a la sociedad y, ha tenido al frente a dos personajes: el Comandante en Jefe y al Secretario de la Defensa Nacional; el primero, el Presidente de la República; el segundo, un General; ninguno de estos personajes se destacan por su honorabilidad y amor a su Patria, dos elementos esenciales para desempeñar estos importantes y honrosos cargos; actualmente desempeñan esos cargos, Enrique Peña Nieto y el General Salvador Cienfuegos Zepeda.
El Ejército Mexicano, está conformado por aproximadamente 271 mil 548 elementos, más la reserva nacional, que se compone de 750 mil jóvenes, denominados conscriptos, que son los que realizan su servicio militar, más obligados que por voluntad propia, pues para cualquier trámite se les exige la exhibición de su “cartilla militar”, misma que se puede conseguir de diversas maneras; cabe aclarar que los jóvenes que al cumplir sus 18 año, acuden a realizar éste patriótico compromiso para estar preparados y defender en un momento dado a su Nación, no se les enseña a manejar ningún tipo de arma.
Las fuerzas castrenses cuentan con alrededor de 541 Generales, muchos de esos grados no son ganados por su participación en batallas, guerras o enfrentamientos con algún enemigo, que ponga en peligro la seguridad de nuestro territorio, la estabilidad o la paz de la sociedad, son otorgados por el Presidente de la República en turno, con el propósito de mantener estrecha relación con los altos mandos del ejército y saberse protegidos durante su sexenio; llevan pues tales ascensos un tinte meramente político.
Los Grados en el Ejército son: Tropa (Soldado raso, Soldado de primera, Cabo, Sargento segundo y Sargento primero); Oficiales (Subteniente, Teniente, Capitán segundo, Capitán primero); Jefes (Mayor, Teniente Coronel, Coronel); Generales (Brigadier, de Brigada y de División). La Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), se vio beneficiada en su presupuesto, con un incremento de un 18% , siendo de 102 mil millones de pesos, para éste 2018, contrariamente a los presupuestos destinados a: educación, salud, campo y cultura, mismo que fueron reducidos como en años anteriores.
De éste enorme presupuesto del que siempre goza la SEDENA, los principales beneficiarios son los Generales y Coroneles, que gozan de sueldos que superan los 200 mil pesos, más un cúmulo de beneficios; el resto tienen que cumplir una serie de requisitos para poder obtener mayores Grados en su carrera militar, que se vea reflejado en sus salarios.
Aún, cuando la disciplina militar es férrea, en todos sentidos y severamente castigados cuando se da alguna infiltración informativa, trasciende la inconformidad cuando a todas luces lo que impera al interior del Ejército, es el autoritarismo, la desigualdad, el abuso de los altos mandos, en perjuicio de militares de rangos menores.
Para los ciudadanos comunes, nos resulta inexplicable cómo es posible que los altos mandos de ese Glorioso Ejército, en aras de una servil “disciplina”, permitan que se trastoque la dignidad y el respeto a nuestra Nación, por parte de un solo hombre, el Presidente de la República en turno.
Con sorpresa y estupefacción, hemos visto los mexicanos, en no pocas ocasiones en éste sexenio, que en eventos de relevante importancia, izan la Bandera rota, o se cae, o como ocurrió éste, 24 de febrero, próximo pasado, fecha en que se festeja el día de nuestra Bandera, los militares, diestros en el conocimiento del manejo de nuestro lábaro patrio, la izaron al revés, en el Campo Marte, y en presencia del Comandante en Jefe, Enrique Peña Nieto y de altos mandos militares, sucediéndose en varios Estados de la República ésta acción.
Cómo para eso de interpretar las señales de malestar de los ciudadanos y de los mismos militares y, de reconocer la inconformidad y el rechazo hacia su persona y el hartazgo de los mexicanos, militares o civiles, al parecer no se le da a Peña Nieto, o simplemente nos ignora, ante éste hecho de la bandera al revés, dijo tras el acto: “ Se retiró la Bandera porque fue mal colocada e izada, al final de cuentas estamos hoy aquí, en éste esplendido escenario con muchas banderas, con éste símbolo que nos da identidad, no importa si está al revés o al derecho, hacia atrás o adelante, la Bandera es el símbolo que nos da sentido de identidad y pertenencia” (sic).
Al parecer, la supina ignorancia del “Comandante en Jefe”, no le permite saber que, una Bandera izada al revés, el protocolo internacional reconoce como una acción de legítima protesta, de rendición, denuncia de secuestro o terrorismo; el Gral. Cienfuegos Zepeda, que si debe conocer el significado de ésta acción, nada dice al respecto, no menciona si fue error, fue protesta y, ¿qué ha ocurrido con los militares encargados de izar la Bandera?; como en otros muchos casos, de desapariciones, violaciones y asesinatos en los que él Ejército está involucrado… el secreto militar, es la respuesta.
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